martes, 18 de enero de 2011


Llegué a las ciudades en la época de los desórdenes,
Cuando el hambre se había apoderado de ellas.
Me uní a los hombres en la época de las revueltas
Y me indigné con ellos.
Así pasó el tiempo
Que se me concedió en la tierra.

Comí pan entre grandes carnicerías
Me eché a dormir entre asesinos
Me entregué al amor sin reservas
Y miré la naturaleza sin paciencia.
Así pasó el tiempo
Que se me concedió en la tierra.

Mi época se cubrió de cieno.
El lenguaje me delató al carnicero.
Yo podía hacer más bien poco. Pero los poderosos
Se sentían más seguros sin mí, eso espero.
Así pasó el tiempo
Que se me concedió en la tierra.

Los medios eran escasos. El objetivo
Estaba muy lejos.
Aunque resultaba perfectamente visible, para mí era
Difícilmente alcanzable.
Así pasó el tiempo
Que se me concedió en la tierra.

Bertolt Brecht, 1938


¡QUE VIVA LA REVOLUCIÓN TUNECINA!

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